El acero inoxidable ha demostrado su eficacia no sólo en la industria, sino también en la joyería por sus propiedades especiales. El acero inoxidable es un acero con un grado especial de pureza. El nivel de azufre y fósforo en el metal indica si el acero es inoxidable. Si el nivel es como máximo del 0,025%, se trata de acero inoxidable. Como material para fabricar joyas, el acero inoxidable es popular por su durabilidad y resistencia a los arañazos. Además, el acero inoxidable es resistente a la corrosión y no se oxida, por lo que las cadenas de acero inoxidable constituyen la base perfecta para colgantes de todo tipo. A diferencia de otras variantes de cadenas, una cadena de acero inoxidable no puede definirse claramente por su diseño. Existen demasiadas variantes de la cadena para ello. Algunas consisten en elementos conectados, otras en eslabones entrelazados, como una cadena de anclaje o de guisantes. Las cadenas de acero inoxidable también varían en grosor, al igual que los tipos de cierre. Además, pueden ser de tamaño ajustable y tener acabados superficiales de distintos colores. Aunque el acero inoxidable es blanquecino-plateado en su forma básica, también se le puede dar una superficie rosa, dorada, negra o de otro color mediante el chapado en oro o iónico.